jueves, 24 de noviembre de 2011

AMENAZA ZOMBI
Los zombis son un icono de terror en películas y libros dibujan una pesadilla en las que se manifiesta por ser  seres sin cerebro con apariencia  de cadáveres  que persiguen  a los vivos para devorarlos.
Sin embargo como ocurren estas pesadillas en películas y libros estas podrían convertirse  en realidad, de la mano de ensayos científicos, que fueran de control ocasionen una epidemia  de daños irreversibles  ciertos experimentos nos acercan peligrosamente a lo que algunos llamamos catástrofe zombi.
APLICACIONES SINIESTRAS DE LA BIOTECNOLOGIA
Investigadores   en todo el mundo  tratan de descubrir mecanismos químicos que controlan la agresividad y otras emociones al objeto de manipularlas y utilizarlas   en ocasiones hemos escuchado que los animales pueden oler el miedo, pero hace poco tiempo se comprobó que los seres humanos  también somos capaces   de oler el miedo. Y es que  al parecer que en situaciones de miedo  desprendemos cierta sustancia químicas  que pueden ser detectadas por otras personas  contagiando  a estas de forma  inconsciente  esto se le llama terror irracional.
¿Qué hace el miedo?
A finales de 2008 un equipo de científicos  dirigido por la doctora Lilianne Mujica  obtuvo muestras  de sudor  de un  aspirante a  paracaidista que se disponía  a realizar su primer salto. Unos paños  absorbentes colocándolo bajo su axila   recogiendo el tipo de sudor  frio que provoca el miedo, y este  fue dado  a oler  a unos voluntarios  que ignoraban  la finalidad  del experimento mientras a otros participantes  se les proporciono  el resultado de la  transpiración  a personas  que se encontraban relajadas.
Aunque nadie pudo  encontrar la diferencia  entra ambas muestras,  pero por medio  de un escáner  cerebral muestra  quienes olieron el sudor  de miedo súbito aumento  de la actividad  de las áreas del cerebro  relacionadas con dicha sensación  concreto la amígdala cerebral  y el hipotálamo.
Este experimento sugiere en contra  a lo que se creía que los seres humanos somos capaces  de detectar las  feromonas  mediante nuestro  sentido del olfato. Esto al tener  una base  química   de que el miedo puede contagiarse.
CONSECUENCIAS INSOSPECHADAS
Para fabricar  este posible escenario, debería  asociarse  una sustancia  química  concreta  que desatara la respuesta del temor incontrolable  que es un agente  biológico  capaz de propagar la infección.
Teniendo en cuenta los últimos avances  en genética no sería  difícil imaginar  que el portador  ideal  de esta partícula  de pavor fuera virus.
 A nivel cerebral  el sentimiento  de miedo  está íntimamente  relacionado  con la agresividad. De modo  que una combinación  de ambos  tendría consecuencias insospechables.
En diversas ocasiones investigaciones  auspiciadas  con el pentágono  ha explorado la posibilidad  de desarrollar  armas bioquímicas  capaces  de alterar  el comportamiento  humano  no solo con el miedo si no también  la conducta sexual.
 
Elaborado por: MISHEL MONTSERRAT  CHAVEZ PIÑA

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